Las creencias personales son las que nos han impuesto de pequeños en la escuela o en la propia familia. Hasta los siete años aproximadamente los niños y niñas son esponjas y captan todo lo que ven y escuchan. Si hemos tenido una educación basada en la exigencia, en la que no se permitían errores bajo ningún concepto y éstos eran castigados, en la que se nos comparaban con hermanos o compañeros de aula, en la que se olvidaban de respetar nuestro derecho de ser lo que somos sin tener que renunciar a nosotros mismos o a nosotras mismas... hemos 'tragado' cada una de las palabras que salían de padres y profesionales limitando nuestra vida.
Si a este tipo de mensajes les sumamos los comentarios de compañeros, amigos o hermanos que, de manera inocente o cruel, realzan los comentarios se van instaurando poco a poco y llega un momento en que aunque seamos adultos nos creemos torpes, nos comparamos con los demás, nos sentimos poco merecedores, no nos respetamos a nosotros mismos más que nada porque en su momento no nos respetaron, y vamos por la vida con una sensación de inestabilidad emocional, inseguridad y miedo.
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Es cierto la educación de niño te condiciona para siempre, en mi caso me ha supuesto una vida de miedos, timidez, de incapacidad a veces. Para enfrentarme a un jefe abusivo u otras personas con más carácter que yo.
Si, estas son las consecuencias. Pero míralo como una oportunidad de crecimiento o de superación. Un Abrazo Eulalia!
Bé, a mi sempre em deien que rea "torpr" i "cauràs"
Als 48 anys em van trobar que tenia espina bífida i la medul·la ancorada al coxis.... Ara vaig amb caminador i cadira.
Quan era petita sempre deia que no podia saltar o fer gimnàstica, però no em creien.
És molt important respectar el dret de ser un mateix. Per sort, soc optimista i crec que cada vegada hi ha més consciència que porta a aquesta mirada. Gràcies Lola per compartir la teva experiència. Salut!!